Al pedir la hipoteca, al ampliar el importe, al hacer una subrogación o novación... Repasamos las claves a tener en cuenta

La tasación es un trámite necesario cuando vamos a solicitar una hipoteca, pero también en otros procesos relacionados con la casa o con la propia hipoteca. Por ejemplo, cuando se quiere ampliar el importe, en caso de subrogación o cuando se quiere usar el inmueble como aval. Repasamos todas las claves a tener en cuenta.

¿Qué es la tasación de una vivienda?

Lo primero que tenemos que tener claro es saber qué es una tasación de una casa. La tasación es la evaluación de un inmueble que sirve para conocer el precio objetivo (o precio de mercado) de una vivienda.

Esta evaluación la debe llevar a cabo un técnico debidamente cualificado. De esta forma, el técnico tendrá en cuenta todos los aspectos relativos a la vivienda. Es decir, aspectos relacionados con el tamaño de la propia casa, así como las instalaciones con las que cuenta, el estado de la casa y de cada uno de sus elementos, la zona en la que se ubica, o cuál es la situación actual del mercado inmobiliario en el momento concreto en el que se realiza la tasación. De esta forma, se conoce el precio real y objetivo de una vivienda, y se puede utilizar, entre otras cosas, como referencia de garantía a la hora de solicitar un préstamo hipotecario.

¿Cuánto tiempo dura una tasación?

Un aspecto importante que hay que tener en cuenta cuando se hace una tasación es que se trata de un trámite con fecha de caducidad. Esta fecha de caducidad es de 6 meses. Es decir, después de hacer una tasación, el valor dado por el técnico solo será válido durante los seis meses siguientes a la tasación.

¿Por qué? Porque se considera que, pasado este tiempo, las condiciones de la casa o del entorno en el que se ubica han podido cambiar lo suficiente como para que el precio haya sufrido alguna variación. En consecuencia, pasados 6 meses, si se necesita una tasación, se debe realizar el trámite de nuevo.

¿Cómo se valora la tasación de una vivienda?

La valoración de una tasación inmobiliaria se lleva a cabo siguiendo una serie de patrones determinados y de la forma más objetiva posible. Por este motivo, es por el que debe ser un técnico debidamente cualificado quien lo realice.

En general, a la hora de tasar una vivienda, hay 3 elementos clave que se deben tener en cuenta:

  • Las características de la propia casa (tamaño del inmueble, instalaciones, estado de la vivienda, etc.).
  • Ubicación de la vivienda (los precios varían dependiendo de la demanda que hay en distintas localidades y zonas).
  • Situación del mercado inmobiliario en el momento de la tasación.

Teniendo en cuenta todos estos elementos, el técnico determina un precio concreto y acorde al inmueble y a sus características en conjunto.

¿Cuándo es necesaria una tasación de una vivienda?

La tasación es necesaria siempre que se necesite conocer el precio real y objetivo de un inmueble. Algunos de los casos más habituales son los siguientes:

  • Cuando se va a pedir una nueva hipoteca.
  • Cuando se va a solicitar una ampliación de hipoteca.
  • En algunos casos de novación o subrogación de la hipoteca.
  • Cuando se quiere usar una propiedad o inmueble como aval.
  • En caso de embargo de la vivienda.

¿Cuánto tarda el banco en tasar una hipoteca?

Desde el momento en el que se solicita la tasación, lo más habitual es que el proceso se prolongue entre 1 y 2 semanas, aproximadamente.

¿Quién paga la tasación de una vivienda?

Como norma general, lo más habitual es que sea el comprador de la casa (el solicitante de la hipoteca) quien abone los gastos de la tasación.

¿Qué pasa si la tasación es más alta que el precio de compra?

Por lo general, a la hora de conceder una hipoteca, los bancos toman como referencia el precio de tasación y no el precio de compra de una casa. De este modo, si la tasación es superior al precio de compra, se puede dar el caso de que un banco conceda la hipoteca a un precio superior al que vamos a necesitar para realizar la compra. En términos generales, las entidades suelen financiar hasta el 80% del menor de ambos importes. 

No obstante, en este caso, cabe preguntarse si realmente es necesario solicitar una hipoteca por un valor superior al del precio de compra, ya que esto implica un endeudamiento mayor y, si no es necesario para realizar la compra, no es lo más aconsejable. Por este motivo, aunque se puede pedir una hipoteca sin tener ahorros previos, lo más recomendable es contar con una suma de dinero previa que ronde entre el 20% o el 30% del valor total de la tasación.